sábado, 20 de abril de 2013

Importancia de los Museos en la Educación Artística


Educación Artística y Sociedades Contemporáneas
Es tarea del educador-mediador seguir la evolución de la sociedad, el concepto de aprendizaje artístico y el concepto del arte, procurando además, que en esta evolución se impliquen los museos.
Las “formas de mirar” han cambiado, por lo que, se hace indispensable saber manejar las nuevas variables y cómo disponer de mecanismos para aplicarlas en nuestro contexto museístico.
Algunos elementos que configuran el panorama actual en cuanto a los aspectos sociales y su relación con el arte son:
·        El conocimiento y aprendizaje artístico es percibido como fluido, cambiante e inestable.
·        Las representaciones artísticas no son naturales ni fijas, sino construcciones convencionales y sociales.
·        Lo interesante, lo placentero, lo delicado y lo grotesco han sufrido una transformación, de forma que ya no atienden a las necesidades culturales actuales.
·        La belleza, la gracia, la sublimidad y las utopías ya no son premisas  a seguir. Prevalecen la emoción, la imaginación y el gusto.
·        Se da una coexistencia pacífica de formas, figuras y sensaciones, donde las ideas se convierten en elementos de múltiples combinaciones.
·         Se propone una transitoriedad y discontinuidad de lo histórico.
·         Predomina la mirada masiva frente a la elitista.
 
De la educación artística al museo y viceversa
“Un enfoque actual de la educación artística que mire hacia adelante tiene que ser global e integrador; por eso en ese momento es ya inútil la discusión educación por el arte o educación en el arte, ya que ambas son visiones sesgadas y lo que hace falta es una educación, en, con y por el arte, es decir, que manifieste una fuerte implicación en las actitudes y en los conocimientos conceptuales”
EFLAND, Arthur D. “Una historia de la educación del arte. Tendencias interculturales y sociales en la enseñanza de las artes visuales.” Barcelona, Paidós, 2002

Las interpretaciones de los objetos varían en función del lugar, el tiempo, el contexto, el punto de vista y el grado de conocimiento del intérprete.
A esto hay que añadir que los objetos poseen una materialidad ante la cual nosotros reaccionamos tanto a través del cuerpo como de la mente. Esta  forma viva de respuesta posibilita la puesta en marcha de un proceso holístico, que se convierte en pilar básico para la tarea de aprendizaje.

Aprender se convierte así en una actividad no tanto impuesta como lúdica y, sobre todo, en una actividad de descubrimiento. A partir de esto, una de las oportunidades de aprendizaje que ofrecen los museos es: aprender de los objetos y aprender sobre los museos y su función. Que este hecho sea una completa realidad, recae en la creación de un plan estudiado y detallado acerca del trabajo cooperativo entre museos y educadores.
Es por ello que P. Williams, en un esfuerzo por encontrar formas más afectivas para el entendimiento de conservadores y educadores, realizó un sondeo a cuarenta y cinco educadores y cuarenta y cinco conservadores y, entre sus conclusiones, figuran cuáles son las cualidades que debería tener un educador-mediador del museo. Estos son: formación pedagógica, dotes comunicadoras, formación superior en la disciplina del museo y en educación, habilidad para ver la obra desde varios puntos de vista, habilidad para educar en todos los niveles educativos, habilidades organizativas y de supervisión, habilidad para la redacción de objetivos educacionales y de publicación, etc.

En relación a esto, Graeme K. Talboys señala que los educadores de museos deben enseñar a los profesores a servirse de los museos. Esto supone pues, trabajar a dos niveles: en primer lugar, concienciar a los docentes del valor educativo que ofrece el museo; el segundo nivel consistiría en comprender que, si bien los museos son un recurso educativo excepcional, no son escuelas. Esto quiere decir que la forma de trabajar con los recursos museísticos será distinta a la empleada en el contexto escolar.
Y no sólo esto es lo que debe conocer todo educador, que ya hemos visto que no es poco, sino que además, debe estar al corriente de las bases teóricas de la educación, o dicho de otra forma:
·        Estudios sobre la percepción del visitante del museo.
·        Estudios que describen las características del visitante y los motivos de su visita al museo.
·        Estudios que investigan factores sociológicos.
·        Estudios de comportamientos del visitante en el museo.
·        Estudios que evalúan las reacciones del visitante ante la exposición y lo aprendido con la misma.

Como puede verse, no sobran los estudios que tratan de cómo se motivan, disfrutan, adquieren conocimientos e interpretan la cultura los diferentes públicos del museo.

Propuesta de un modelo de educación para los museos
La elaboración de una propuesta que sirva como modelo de educación para un museo no es algo que se pueda improvisar. Hace más de una década que se investiga en torno a este asunto, creándose además, estudios que no dejan de revisarse, renovarse y adquirir nuevas aportaciones.
 
La propuesta que ofrece la lectura, expuesta por un grupo de investigadores de la mano de Roser Juanola Terradellas, se centra básicamente en el aprendizaje dialógico, que se da a conocer a partir de sus componentes, que son: el contexto, del cual surgen cuatro enfoques diferentes, la capacidad de comunicación y la de interpretación y la necesidad de una vinculación social con el educador-mediador del museo.


Contextos: socio-cultural, físico, personal y virtual
Una posible definición de contexto sería el conjunto de objetos materiales que componen una unidad cronológica, espacial y social. De esta manera, en el caso del patrimonio artístico y  museos se pueden describir tantos contextos como etapas constructivo-funcionales haya conocido.
 
La comunicación como mediación dialógica
La diversidad de lenguajes, experiencias y culturas, consideradas “utopía de la posmodernidad”, son quienes hacen posible entablar un diálogo significativo. Esto quiere decir que dentro del museo será necesario definir una política comunicativa, a través de la cual se podrá determinar de qué modo el museo quiere relacionarse con la sociedad. Esta política comunicativa  incluirá distintos campos: la política expositiva, el diseño, el marketing, el estudio de visitantes, etc.
 
La interpretación como medio de aprendizaje
No cabe duda de que la interpretación es uno de los elementos más importantes del aprendizaje. Algunos aspectos del concepto de interpretación en el ámbito dela educación en museos son:
·        La interpretación es un proceso dinámico que forma parte de la comunicación entre el museo y el público.
·        La interpretación es el significado por el cual el museo delibera sobre sus contenidos.
·        Desde el punto de vista educativo, incluye las actividades enmarcadas dentro de las exposiciones, visitas, sitios web, clases, programas escolares, publicaciones, etc.
·        La interpretación tiene que contemplar la inclusión social.
·        La interpretación no es observación, sino una revelación sustentada y mejorada basada en la información.

El reconocimiento de la figura del educador-mediador del museo
Se ha luchado desde hace años para que la figura del educador de museos cuente con la dignidad qu se merece, como por ejemplo, la legitimidad académica, el reconocimiento social, una formación adecuada y una definición precisa de su rol profesional. Iniciativas como el congreso organizado por el Museo Thyssen-Bornemisza, sobre el que trata este documento, lo la creación del primer posgrado con el título especifico de “Educador de Museos y Centros Afines” de la Universidad de Girona, con importantes pasos hacia este reconocimiento y es deseable que, en un futuro próximo, el educador de museo se sitúe en el catálogo de titulaciones del Ministerio de Educación y figure como una profesión de mediación cultural conocida y valorada por la sociedad.
 

Este documento, que encontré a raíz de la búsqueda de ejemplos de investigación en torno a la educación artística es un contexto museal, me ha aportado nuevos conocimientos y hechos que se están llevando a cabo, en cuento modo, para paliar la necesidad de estudio, fomento, desarrollo y evaluación dentro del campo de las artes.
Aquí se habla de la figura del educador-mediador del museo y todo aquello que le rodea y le afecta directa o indirectamente. Pero bien podría ser un congreso que tratara otros estudios superiores (música y artes escénicas, artes plásticas y visuales, diseño). Cuestiones aún sin tratar o, al menos, sin una solución cercana que arroje luz a un ámbito educativo, muy valioso, muy constructivo y con un amplio pasado, presente y futuro, como es el campo de las artes.


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