viernes, 12 de abril de 2013

Cómo administrar un museo: Manual práctico

La semana pasada di con un documento interesante que ofrece la web de UNESCO. Se trata de un Manual práctico con todos los requisitos necesarios para administrar un museo. En principio pensé que no me resultaría un recurso útil, pues no me era de interés el tema administrativo o de gestión del museo. Y sin embargo, me detuve simplemente a revisar el índice con la intención de conocer, a grandes rasgos, de qué se hablaba en el documento, de qué apartados constaba.
Fue entonces, cuando topé con algo que sí era interesante para exponer en el blog. Algo sobre lo que anteriormente había querido documentarme pero no logré dar con ello. Así que encontrar este manual, casi por casualidad, fue todo un logro. 


Parafraseando el texto:
La misión educativa del museo en el marco de las funciones museísticas
Cornelia Brüninghaus-Knubel
Jefe del Servicio Pedagógico, Wilhelm Lehmbruck Museum, Duisburgo, Alemania
El museo aporta un valor añadido al sistema educativo del cual es uno de los componentes no formales. Amplía el horizonte de a enseñanza formal, al ofrecer medios para aprender, distraer y discutir. Todos los profesionales de museo, cualquiera sea su función, deben estar convencidos de la necesidad de compartir y reconocer con el mayor número de individuos, con independencia de su edad o de su condición social, la importancia de descubrir y comprender los orígenes de la humanidad, de la cultura y del patrimonio natural mundial.
 
Para todo aquel que esté interesado en conocer la política educativa del museo, o bien los métodos didácticos y pedagógico que estos emplean para acercarse a la comunidad, este manual es perfecto para ello. Este es el enlace web:
 
Sin duda, este documento, que expone de manera clara y concisa y con un lenguaje sencillo lo mencionado anteriormente, me ha ayudado en el proyecto educativo que estoy elaborando para la asignatura, y que expondré en el blog la semana próxima.
 
A continuación, expongo a modo de resumen los fragmentos más relevantes del texto.
 
Colecciones y educación
Los educadores del museo tienen, entre sus labores, la de definir los objetivos antes de concebir los programas educativos destinados a perfeccionar la comprensión de los objetos; además de definir el contenido de las presentaciones y exposiciones, sean permanentes o temporales. Todo ello, sin duda, varía en función del tipo de público y la problemática actuales, así como las necesidades que demanda la sociedad; hechos, también, ante los que el educador debe saber responder.

Patrimonio y educación
Muchas personas no conocen nada o casi nada de otras culturas ni del patrimonio mundial. El museo es el lugar ideal para promover el valor de los bienes naturales, culturales y artísticos.
 

Métodos didácticos y pedagógicos en la educación del museo
      Informaciones generales y leyendas individuales.
      Junto a cada objeto expuesto, deberá existir un mínimo de información como son: clasificación, función, procedencia, material, época, contenido.
      Visitas dirigidas y diálogo educativo.
La mayoría de visitas guiadas del museo se basan en la oralidad y, sin embargo, es conveniente reemplazar este recurso por una conversación o diálogo que utilice además, un lenguaje menos culto, sobre todo si se trabaja con niños, adolescentes o personas que no han realizado estudios. De esta manera, los educadores se valen de técnicas de interacción, en las que actúan como mediadores o guías, de forma que, en lugar de explicarlo todo, deja que sea el propio espectador el que explore, descubra, escriba y compruebe lo que tiene ante sus ojos.
      Audioguías y medios audiovisuales.
      Los museos se sirven de las audioguías quienes sustituyen a los guías profesionales. Se trata de grabadoras o lectores de CD que se entregan, de forma individual, a los visitantes. Por otro lado, se pueden instalar en las salas, altavoces u otros equipos de audio que difundan informaciones complementarias o sonidos relacionados con el tema abordado por la exposición.
      Espacios educativos.
      Se refiere a la disponibilidad de locales apropiados para cada acción. Un aula, una sala de investigación o un taller, en definitiva, cualquier espacio que puedan ocupar un grupo de alumnos, estudiantes o visitantes individuales.
      Soportes visuales e informática.
      Los museos recurren cada vez más a la ayuda de recursos informáticos que sirvan de estímulo y ayuden para lograr una interactividad con el público. Con la ayuda de esta herramienta, los visitantes tienen la opción de seleccionar, a su gusto, informaciones para estudiar un proceso científico, artístico, técnico o un hecho histórico. Gracias a Internet, el acceso de los usuarios, que están lejos del museo, es cada vez más fácil; hasta el punto de que el número de "visitantes virtuales" es mayor, en algunos casos, al de "visitantes reales".
      Exposiciones didácticas.
      Al contrario de las presentaciones tradicionales, centradas en el objeto, las exposiciones didácticas o pedagógicas priorizan el debate. Esto quiere decir que prevalecen los objetivos educativos, se establece un vínculo estrecho entre contenido, pedagogía y lo que se comunica y se concede prioridad al grupo al que va dirigida la exposición.
      Talleres de práctica.
      Los talleres, que pueden ser dirigidos por artistas, científicos o artesanos, ofrecen al visitante la posibilidad de explorar, investigar y analizar las técnicas de fabricación y conservación; de forma que la comprensión del arte o del objeto se hace más fácil, además de ayudar a desarrollar la creatividad del espectador y sensibilizarlo del valor de la obra.
      Ejercicios de manipulación.
      Algunos museos proponen a sus visitantes acercarse a los objetos culturales por medio del tacto, siempre en un entorno controlado. Estas experiencias son tan instructivas para los estudiantes como para los ciegos, además de facilitar el trabajo con niños.
      Juegos educativos.
      Para los niños, el juego es de gran importancia en su proceso de aprendizaje. De esta manera, los juegos de estrategia, de habilidad, los juegos de preguntas y respuestas o los juegos de historia, entre otros, pueden transportarse al terreno del museo.
      Talleres de demostración.
      Los artesanos, los artistas, los técnicos o los restauradores pueden hacer demostraciones de su labor artística dentro del museo. Asimismo, los comediantes y educadores talentosos pueden encarnar personajes de la historia y realizar reconstrucciones que cuenten con la participación-interacción del público.
      Juegos de roles y teatro en el museo.
      El juego de roles consiste, por ejemplo, en desarrollar una escena a partir de reconstrucciones de hechos históricos o de una obra pintada. Esta forma de juego es fácil de integrar en una visita dirigida y se presta al movimiento y la interacción con el público. Con más frecuencia vemos este tipo de método educativo incluido en el   programa de los museos.
      Cuadro vivo.
      En este taller, son los participantes quienes recrean un cuadro o bien una escultura. Se cuida de cada detalle, como los trajes o atributos, para que la escena se asemeje al máximo a los personajes que aparecen en la obra.
      Maletas pedagógicas.
Los materiales didácticos y los ejemplares que permiten su manipulación, pueden agruparse en cajas, estuches o maletas para uso de los educadores, e incluso de los propios visitantes, pues no requiere de explicación. Estas maletas presentan la ventaja de que pueden prestarse a centros escolares que lo soliciten. El contenido de las maletas es muy variado: textos, imágenes, música o grabaciones sonoras, reproducciones, materiales a descubrir por el tacto o a utilizar en actividades recreativas, juegos, y más.
      Viaje de estudio - Visita-descubrimiento.
      El viaje de estudio o visita-descubrimiento se utiliza como método para despertar el interés del visitante, llevándolo fuera del museo, para explorar, por ejemplo, una gruta o una cantera, un monumento, un edificio histórico o una estatua ligada a la historia de la cultura y del arte.
      Actividades de acopio - documentación - presentación.
      El museo en sí puede ser un enfoque educativo y de interés para el público, mucho más que los objetos que contiene. De ahí la idea de llevar al visitante a conocer los rincones secretos de la institución. Estas actividades tienen como propósito, además de las ya mencionadas, dar a los participantes una mejor ideo del valor de los museos y del patrimonio que protegen.
 
 
Misión educativa del museo y la comunidad
A partir del momento en que un museo goza de popularidad por la diversidad e interés de sus programas, atrae al público más variado.
Por sus competencias, el personal del museo está capacitado para organizar todo tipo de eventos que atiendan a las necesidades y gustos de su comunidad; lo cual permite al museo aumentar sus ingresos y frecuentación.
 
Actualmente, jóvenes y adultos tienden a escoger actividades recreativas que tengan implícitos medios interesantes y agradables para pasar su tiempo de la mejor manera posible. El museo puede responder a esas demandas mediante el aprendizaje activo, ofreciendo la posibilidad de abordar, de forma amena, los conceptos relacionados con el saber.
Por consiguiente, los educadores del museo deben concebir una gran diversidad de programas formales y no formales significativos y divertidos para que, incluso, después de una jornada en la escuela o el trabajo, el hecho de asistir a un curso, un taller o un evento cualquiera del museo, aporte a los participantes una experiencia que mejore su calidad de vida.

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